viernes, 30 de marzo de 2012

Experimentación y práctica de la enseñanza moderna, criterios de la racionalización científica del trabajo: Elementos para selección de la técnica didáctica:


Dos de los elementos que se convierten en criterios de selección de una técnica didáctica en el proceso educativo son la experimentación y práctica de la enseñanza moderna, así como los criterios y normas de la moderna racionalización científica del trabajo. Ambos elementos se explican a continuación:



-          La experimentación y las prácticas de la enseñanza moderna: El hecho de estar continuamente experimentando sobre las nuevas técnicas de enseñanza-aprendizaje, van tornando más eficiente la labor educativa. Está comprobado que aplicando los nuevos conocimientos aportados por la enseñanza moderna, los resultados son siempre superiores a los obtenidos en el pasado, pero cabe destacar que esto demanda una gran responsabilidad por parte de los educadores que debemos mantenernos  actualizados, así como el hecho de no descuidar aspectos fundamentales como la ética y la moral, pues con solo basar la acción educativa en lo puramente material y por muy moderna que sea la técnica empleada, al final no logrará cimentar el éxito de la actividad escolar, ya que a la par debe ir siempre un contenido ético y moral (teórico y práctico, enseñado con el ejemplo de vida) que ayuden a mantener la trascendencia filosófica de la educación.



-          Los criterios y normas de la moderna racionalización científica del trabajo: Los procesos de enseñanza-aprendizaje son precisamente modalidades típicas de trabajo de carácter intelectual, que brindan un resultado educativo y cultural bien definido. La racionalización científica del trabajo hace referencia a la división de las distintas tareas productivas que conforman el trabajo en sí, por tanto, en el trabajo de gestionar y ejecutar la acción educativa, es de mucho provecho comprender que ésta se desglosa en una serie de actividades o micro-actividades que conviene estudiar individual y sistemáticamente, aplicando el estudio de tiempos, movimientos, análisis de operaciones, etc., con el fin de asegurar la mayor eficiencia y productividad total.

Elementos a considerar para seleccionar la técnica didáctica: Principios de la filosofía de la educación y los descubrimientos de otras ciencias de apoyo:




La didáctica combina las técnicas con los recursos necesarios para alcanzar el éxito del trabajo escolar, por esa razón conviene detallar dos de los elementos que deben considerarse para determinar la técnica adecuada en la actividad escolar:








-          Los principios y normas de la filosofía de la educación: No puede dejarse de lado la visión trascendental que persigue la educación, que es ayudar al ser humano a que desarrolle plenamente todas sus facultades de orden superior para que alcance su perfeccionamiento. La filosofía de la educación pone al ser humano como el centro de la acción educativa, profundizando en su interioridad para despertar y desarrollar sus potencialidades físicas, morales, intelectuales, la inteligencia en sí, el pensamiento, la memoria, los buenos hábitos, etc.



-          Los descubrimientos y conclusiones de otras ciencias de apoyo: Ciencias como la sociología, la psicología, la biología, etc. aportan riqueza de información que contribuyen a hacer más efectiva la acción educativa. Las ciencias de la educación se apoyan en las demás ciencias por su aporte continuo que éstas van otorgando a la humanidad en el transcurrir del tiempo, por la información actualizada sobre el desenvolvimiento de la persona humana, explicación sobre las causas de su conducta individual y en sociedad, explicación sobre la incidencia que el entorno va generando en el individuo (ejemplo: cambios climáticos, descubrimientos científicos sobre la actividad cerebral, etc). Todo esto ayuda para que las ciencias de la educación adapten sus métodos para que sean más efectivos.

Enfoque de los métodos de enseñanza-aprendizaje empleados. Forma de ver este componente desde la óptica de la didáctica tradicional y la moderna.


La didáctica recopila el conjunto de técnicas empleadas en el proceso educativo para asegurar el éxito del trabajo escolar; en este sentido, la didáctica recoge y fusiona todos los recursos necesarios para alcanzar los objetivos de la educación, con rapidez, seguridad y eficacia. Todo este proceso de combinación y uso de recursos y técnicas es lo que conforma uno de los componentes didácticos: La metodología.




La didáctica ha sido vista en el pasado y en el presente desde la perspectiva de la metodología de manera distinta, según se muestra a continuación:

La didáctica tradicional veía la metodología simplemente como el conjunto de pasos orientados a enseñar, en cambio la didáctica moderna ve la metodología como el proceso ordenado que conlleva a asegurar el aprendizaje del educando. Este último enfoque permite ver que los recursos didácticos y las técnicas empleadas, se orientan hacia el alumno, que es en torno a quien giran los otros componentes didácticos, por tanto la metodología gira alrededor de asegurar el aprendizaje del alumno.

La didáctica tradicional se preguntaba: ¿cómo se enseña?; la didáctica moderna se pregunta: ¿cómo aprende el alumno?. En ambos casos las respuestas son “la metodología empleada por el educador”, pero el enfoque de la segunda pregunta es más completo pues pone en contexto la importancia mayor que tiene el aprendizaje del alumno, por sobre el simple hecho de enseñarle a éste, y en todo caso, la visión moderna tiene implícita en sí a la visión tradicional.

Didáctica tradicional y moderna desde los enfoques de los objetivos de la educación y la asignatura o disciplina enseñada:


La didáctica siendo parte de la pedagogía de carácter práctico y normativo que se orienta en los métodos y técnicas de enseñanza para asegurar la eficacia en el aprendizaje del discente, ha sido vista en el pasado y en el presente desde perspectivas distintas. En este sentido vale la pena comparar la visión pasada y actual desde el enfoque de 2 de los componentes didácticos: los objetivos de la educación y la asignatura o disciplina enseñada.


-          Desde el enfoque de los objetivos de la educación: La didáctica tradicional veía los objetivos de la educación desde la óptica del fin perseguido con la transmisión de los conocimientos, es decir para qué serviría toda la información enseñada, en cambio la didáctica moderna visualiza los mismos objetivos desde la óptica de la utilidad que tendrán los conocimientos aprendidos por el educando en su proceso de formación, que es un enfoque más profundo. Este último enfoque permite ver los objetivos de la educación de manera más trascendental, con una visión más profunda que no se queda con la simple transmisión de conocimientos (enseñanza), sino que va más allá hasta asegurar la aprehensión de estos conocimientos (aprendizaje) por parte del educando.



 La didáctica tradicional se preguntaba: ¿para qué se enseña?; la didáctica moderna se pregunta: ¿Para qué aprende el discente?. En ambos casos las preguntas están referidas a los “objetivos perseguidos con la educación”, pero el enfoque de la segunda pregunta es más completo pues persigue incluso asegurarse la aprehensión de los conocimientos por parte del educando.



-          Desde el enfoque de la asignatura o disciplina enseñada: La didáctica tradicional veía el contenido de las asignaturas o disciplinas como el conjunto de datos o información a enseñar, mientras que la didáctica moderna ve el mismo contenido como la información o conocimiento necesario para que el educando lo aprenda. Nuevamente este último enfoque permite siempre ver al educando como la persona a quien se le transmitirán los conocimientos para que sean aprendidos por él.



La didáctica tradicional se preguntaba: ¿qué se enseña?; la didáctica moderna en cambio se pregunta: ¿qué aprende el educando?. En ambos casos la respuesta es la misma: “el contenido de las asignaturas o disciplinas”. El enfoque de la segunda pregunta es más completo pues orienta el contenido de las asignaturas hacia el aprendizaje del discente, colocando siempre a éste en el centro de la acción educativa.

jueves, 29 de marzo de 2012

Comparación entre didáctica tradicional y moderna desde los enfoques del educando y educador:

La didáctica como disciplina pedagógica de carácter práctico y normativo que se orienta en el cómo llevar a cabo el proceso de enseñanza, es decir que se especializa en las técnicas o métodos de dirección y orientación eficaz del educando en su proceso de aprendizaje, ha sido utilizada o aplicada a lo largo de la historia con enfoques distintos, situación que vale la pena presentar a nivel de comparación entre cuál era el enfoque de la didáctica en el pasado (que podemos llamar tradicional) y cómo es su enfoque en la actualidad (que podemos llamar didáctica moderna).
Esta comparación la basaré enfocándome en los componentes de la educación, entre ellos los 2 primeros: el educando y el educador:
-          Desde el enfoque del educando: La didáctica tradicional veía al alumno como la persona a quien se le enseñaba, mientras que la didáctica moderna ve al alumno como la persona quien aprende, que es un enfoque distinto. Este último enfoque permite ver al educando con una visión más profunda y trascendental, que orienta todos los demás componentes de la educación hacia él.

 La didáctica tradicional se preguntaba: ¿a quien se enseña?; la didáctica moderna se pregunta: ¿quién aprende?. En ambos casos la respuesta es la misma: “el educando”. El enfoque de la segunda pregunta es más completo pensando en el hecho de que lo importante es que el alumno aprenda, más que simplemente se le enseñe sin asegurar que dicha enseñanza ha sido en efecto asimilada por quien aprende.

-          Desde el enfoque del educador: La didáctica tradicional veía al educador como la persona quien enseñaba (un transmisor de conocimiento), en cambio la didáctica moderna ve al educador como la persona con quien el educando aprende, que es un enfoque distinto. Este último enfoque permite siempre ver al educando como la razón de ser del educador.

La didáctica tradicional se preguntaba: ¿quien enseña?; la didáctica moderna en cambio se pregunta: ¿con quién aprende el educando?. En ambos casos la respuesta es la misma: “el educador”. El enfoque de la segunda pregunta es más completo pues pone en el centro de la educación a la persona que está aprendiendo, dejando claro nuevamente que todos los demás componentes de la educación deben girar en torno a éste.

Componentes de la didáctica en la educación:


Los componentes de la didáctica son cinco y se relacionan entre sí por el hecho que trabajan conjuntamente para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, orientando la labor del profesor, maestro o docente, así como del alumno, estudiante, educando o discente.





Estos componentes son:
1)      El educando o discente: Es quien pone de su parte su memoria, inteligencia y demás facultades en desarrollo, sus capacidades, incluso sus limitaciones, intereses y reacciones, para asimilar efectivamente los conocimientos que está recibiendo.

2)      El educador: Transmite, orienta, estimula, dirige y facilita el proceso de enseñanza, que ve su producto cristalizado en el conocimiento transmitido con efectividad e igualmente asimilado con efectividad por parte del discente. El educador es quien aplica las técnicas de enseñanza para lograr que el discente aprenda, logrando así un rendimiento verdadero que verá sus frutos reflejados en la superación del individuo y el desarrollo de la sociedad.

3)      Los objetivos: que son prácticamente los trazados desde los ideales de la sociedad y que quedan plasmados en la ley general de educación de todo país, que a su vez son transmitidos estratégicamente a través de la malla curricular y contenidos de las distintas disciplinas estudiadas. Estos objetivos deben ser siempre realistas y alcanzables, son la razón de ser y las metas necesarias de toda actividad o acción educativa.

4)      Las asignaturas: que son todas las ramas de las disciplinas estudiadas, que incorporan y sistematizan los valores culturales de una nación o pueblo, que imprime una identidad cultural propia a su gente. Los datos o contenidos de estas asignaturas deben ser elegidos, programados y dosificados estratégica y metódicamente, de forma tal que permita su mejor aprovechamiento y asimilación efectiva por parte del educando.

5)      El método de enseñanza: es el conjunto de elementos formados por la técnica, los recursos personales y los materiales disponibles, para alcanzar los objetivos propuestos en la educación, de una forma segura, rápida, eficaz y con la calidad necesaria.
Estos cinco componentes  combinados efectivamente facilitan que mediante la aplicación de una adecuada didáctica se contribuya a mejorar el proceso educativo, tornando de calidad el proceso en sí y generando igualmente un resultado con calidad: Personas bien educadas con principios y valores que harán que esta sociedad progrese.

Breve análisis de los fines y objetivos de la educación en El salvador:

Dentro de la ley general de educación en El Salvador tenemos fines y objetivos que están plasmados en el papel, pero que al analizar brevemente la realidad educativa desde la realidad social y humana que estamos viviendo en estos tiempos, resulta preocupante corroborar que los ideales perseguidos por parte de las autoridades que diseñaron estos fines y objetivos, están por el momento lejos de volverse una realidad concreta.
Estos fines y objetivos plasmados en el papel son los siguientes:
CAPITULO II FINES DE LA EDUCACION NACIONAL
Art. 2.- La Educación Nacional deberá alcanzar los fines que al respecto señala la Constitución de la República:

a)      Lograr el desarrollo integral de la personalidad en su dimensión espiritual, moral y social.
b)      Contribuir a la construcción de una sociedad democrática más prospera, justa y humana.
c)       Inculcar el respeto a los derechos humanos y la observancia de los correspondientes deberes.
d)      Combatir todo espíritu de intolerancia y de odio.
e)      Conocer la realidad nacional e identificarse con los valores de la nacionalidad Salvadoreña.
f)        Propiciar la unidad del pueblo centroamericano.
  
CAPITULO III OBJETIVOS GENERALES DE LA EDUCACION NACIONAL
Art. 3.- La Educación Nacional tiene los objetivos generales siguientes:

a)       Desarrollar al máximo posible el potencial físico, intelectual y espiritual de los
Salvadoreños, evitando poner límites a quienes puedan alcanzar una mayor excelencia.
b)      Equilibrar los planes y programas de estudio sobre la base de la unidad de la ciencia, a fin
de lograr una imagen apropiada de la persona humana, en el contexto del desarrollo
económico social del país.
c)        Establecer las secuencias didácticas de tal manera que toda información cognoscitiva
promueva el desarrollo de las funciones mentales y cree hábitos positivos y sentimientos
deseables.
d)       Cultivar la imaginación creadora, los hábitos de pensar y planear, la persistencia en
alcanzar los logros, la determinación de prioridades y el desarrollo de la capacidad crítica.
e)      Sistematizar el dominio de los conocimientos, las habilidades, las destrezas, los hábitos y
las actitudes del educando, en función de la eficiencia para el trabajo, como base para
elevar la calidad de vida de los salvadoreños.
f)       Propiciar las relaciones individuales y sociales en equitativo equilibrio entre los derechos y
deberes humanos, cultivando las lealtades cívicas, es de la natural relación intrafamiliar
del ciudadano con la patria y de la persona humana con la cultura.
g)      Mejorar la relación de la persona y su ambiente, utilizando formas y modalidades
educativas que expliquen los procesos implícitos en esa relación, dentro de los cánones
de la racionalidad y la conciencia.
h)       Cultivar relaciones que desarrollen sentimientos de solidaridad, justicia, ayuda mutua,
libertad y paz, en el contexto del orden democrático que reconoce la persona humana
como el origen y el fin de la actividad del Estado.

Desde mi punto de vista los fines y objetivos de la educación nacional son un ideal y no una realidad, ya que no se están alcanzando en sus aspectos básicos y fundamentales del crecimiento de la persona humana (El crecimiento en valores morales y espirituales), que es la base fundamental de la familia y la sociedad. Aunque estos fines y objetivos estén plasmados (redactados) en la Ley General de Educación de una forma muy clara, la realidad social que vivimos demuestra que no se están obteniendo los frutos esperados en términos de tener una sociedad más justa, con valores morales y espirituales bien fundamentados que se reflejen en la forma de vida de las personas; tenemos deficiencias en el respeto de los derechos humanos y problemas sociales como los altos índices de criminalidad, violencia intrafamiliar, etc. Hace falta fomentar la práctica y el cumplimiento de los deberes del hombre para con DIOS y con la sociedad, hace falta mucho trabajo y esfuerzo en combatir la intolerancia y el odio (producto de la falta de valores), y finalmente se han perdido también los valores cívicos al grado tal que las nuevas generaciones (e incluso las antiguas) ya no respetan por ejemplo los símbolos patrios; tampoco se ven iniciativas concretas que fomenten la unión con otras naciones del istmo centroamericano.
Algo preocupante en todo esto es que a los aspectos morales y espirituales no se les está dando una aplicación concreta desde la actuación (comportamiento) de los educadores, quienes tenemos que  demostrar con nuestro ejemplo de vida a los educandos, la forma correcta de actuar y conducirnos en medio de este mundo cambiante y amenazado por el tremendo mal del consumismo, es decir, los educandos tenemos la obligación de formarnos en valores y cultivarlos, para transmitirlos adecuadamente (este rol también lo juegan los padres de familia), sobre todo en estos tiempos que estamos amenazados por corrientes como el relativismo, que está causando estragos en la forma de pensar y analizar de muchas personas. Todo esto no significa que existan educadores, personas e instituciones que sean la excepción.
Es un reto para los Salvadoreños y principalmente para los educadores y padres de familia hacer el esfuerzo por cambiar nuestro entorno desde la posibilidad que nos abre la educación, tanto en la formación integral propia, como en la transmisión de conocimientos fundamentados en principios y valores morales y espirituales a nuestros educandos, a nuestros hijos, a las nuevas generaciones. Tenemos el reto de hacer realidad los fines y objetivos de la educación nacional para que dejen de ser un ideal y pasen a ser una realidad, para alcanzar en sus aspectos básicos y fundamentales el crecimiento de la persona humana (crecimiento en valores morales y espirituales).

Educación formal, informal y no formal

La educación como proceso humano y social que busca el perfeccionamiento de la persona humana y de la sociedad, puede llevarse a cabo de manera formal, informal y no formal. Es importante distinguir entre estos tres tipos de educación, sus diferencias y su importancia dado el rol que juegan dentro de la sociedad.
La educación formal es aquella que se lleva a cabo en todos los centros e instituciones educativas que forman parte del sistema formal de educación de una nación, que a su vez posee la característica de estar completamente estructurada y definida dentro de los objetivos y planes de gobierno. Este proceso de educación formal establece el estudio por cursos o niveles consecutivos que al final de cada período (que generalmente se estructura de manera anual) conllevan a una acreditación (otorgación de un diploma o certificado de aprobación).
La educación informal es aquella que se lleva a cabo de manera natural (intencionada o no intencionada) dentro de la sociedad a través de los procesos de interacción social en la familia, el trabajo, la comunidad, etc. Posee la característica de no ser estructurada ni estar sujeta a planes u objetivos formales de un sistema de educación, aunque implícitamente los miembros individuales y organizaciones de la sociedad persiguen la superación de la persona mediante la culturización (transmisión de la identidad cultural) y el fomento de valores de orden superior (transmisión de valores éticos y morales). Tampoco conduce este tipo de educación a una acreditación o certificación.
La educación no formal es aquella que generalmente es buscada por el individuo interesado a partir de la necesidad particular de superación o aprendizaje de una habilidad o capacidad (es intencional desde la perspectiva del educando), pero que no es provista por parte de las instituciones educativas que dependen del sistema de educación formal de una nación. Pueden o no representar una acreditación al final del proceso de educación, además de que generalmente no es tan estructurada como la educación formal (en algunos casos, puede carecer de una estructuración mínima).
Los tres procesos de educación son útiles en el desarrollo humano dentro de la comunidad, pues proveen de las capacidades que el individuo necesita para su desenvolvimiento en la sociedad; la didáctica juega igualmente un rol importante en estos tipos de educación, aunque es más obvia su relevancia dentro de la educación formal por el hecho de ser un proceso estructurado, bien organizado y avalado oficialmente a través del ministerio de educación de cada nación; más sin embargo, de una u otra forma la didáctica es aplicada de manera empírica o de forma natural (sin darnos cuenta casi siempre) en la educación informal dentro del núcleo familiar (por parte de los padres de familia), por los individuos que conforman el resto de la familia (parientes), y por las distintas organizaciones e individuos que conforman una comunidad.

Pedagogía y didáctica

La pedagogía es la ciencia cuyo objeto o razón de ser es el estudio de la educación. Pedagogía es una palabra de origen griego: “Paidagogós” cuyo significado viene de las raíces “Paidos” que significa –Niño-  y  “Gogia” que significa -Conducir-; por tanto en su origen esta palabra hacía referencia al esclavo que conducía a los niños a la escuela.

 La pedagogía como ciencia que estudia la educación, se apoya o nutre de otras ciencias o disciplinas como la psicología, la sociología, la antropología, la filosofía, etc., ya que por ser la educación un proceso que involucra a la persona y a la sociedad misma, es necesario que considere a todas las ciencias que igualmente inciden o tienen algún grado de interferencia en el desarrollo de éstos. No puede concebirse un proceso de educación sin tomar en cuenta aspectos de la psicología humana en las distintas etapas de la vida, así mismo, no puede concebirse la educación sin considerar los procesos de interacción humana en las relaciones de comunidad, etc.

La didáctica por su parte es el arte de enseñar, se preocupa por los métodos de enseñanza que deben llevarse a cabo dentro de la educación de forma tal que se asegure la efectividad en el aprendizaje de los educandos. Se diferencia de la pedagogía en el hecho que esta última se preocupa por el cómo llevar a cabo la acción educativa, es decir, cómo educar, en cambio la didáctica se preocupa por el cómo enseñar. De lo anterior se deduce que no es lo mismo educar que enseñar, pues la enseñanza es un proceso que se lleva a cabo dentro de la educación, por tanto, lo primero contiene a lo segundo.

La didáctica es la acción que el educador lleva a cabo para enseñar una disciplina, una ciencia, una rama de la ciencia, etc. para alcanzar los objetivos de la educación, proceso que implica el uso técnicas y recursos que facilitan el aprendizaje, dando forma a los recursos didácticos.
En conclusión, pedagogía y didáctica son dos conceptos que forman parte de la educación aunque no significan lo mismo. La pedagogía  responde a la pregunta de cómo educar, la didáctica responde a la pregunta de cómo enseñar; el proceso de educar es amplio y busca desarrollar y potenciar en el ser humano sus facultades superiores, en cambio la didáctica busca aplicar los métodos adecuados y utilizar los recursos necesarios para hacer efectivo el proceso de enseñanza.  

Educación: Su importancia para el desarrollo humano y social

La educación es un proceso humano y por ende social que busca el perfeccionamiento de la persona misma y la sociedad. Debe ser considerada como un proceso elemental en la vida del ser humano, pues profundiza en la interioridad de la persona buscando desarrollar sus potencialidades físicas, morales e intelectuales, desarrollando su inteligencia, el pensamiento, la memoria, el aprendizaje, la percepción,  la formación de hábitos, etc.

La educación acompaña la vida del ser humano desde su nacimiento y a lo largo de toda su existencia; es la sociedad misma a través de sus componentes sociales que la conforman la que contribuye en la educación del individuo, a través de la familia, de las escuelas y resto de instituciones educativas, así como de la comunidad misma.

La educación como fuerza impulsora del desarrollo y crecimiento humano y social, cumple un papel fundamental pues prepara, capacita y provee de las habilidades y competencias necesarias para que el individuo actúe conscientemente en el entorno social que se desenvuelve, de manera que pueda afrontar las circunstancias de la vida; la educación supera la simple instrucción que puede darse a una persona para que realice alguna actividad, va más allá hasta potenciar en la persona la búsqueda de su propia realización.

La educación juega un rol preponderante en el desarrollo humano y social pues provee el continuo mejoramiento de las capacidades intelectuales, potencia el fortalecimiento de la voluntad e incentiva las aspiraciones más trascendentales que el hombre y la mujer pueden tener, como son alcanzar la felicidad y acercarnos a un ser superior (DIOS).

Cabe hacernos entonces la pregunta de por qué vemos algunas situaciones en la sociedad que hacen parecer que no existe un proceso adecuado de educación, pues somos testigos de crisis social cuando vemos tanta violencia, criminalidad, desenfreno en las ansias de poder y de tener de algunas personas, violencia incluso al interior de la familia misma que es la base de la sociedad, etc.  Todo esto está ocurriendo por la pérdida del enfoque trascendental que la educación tiene, ya que se está viendo en muchos casos y desde muchos sectores de la sociedad, como un proceso meramente de instrucción, en el cual basta solamente con enseñar al individuo a hacer algo o proveerle de una capacidad para que pueda realizar una actividad sin considerar los otros aspectos formativos que a través de la educación se pueden alcanzar: desarrollo de la voluntad de la persona e inculcar aspiraciones de orden trascendental (búsqueda de la felicidad y de DIOS).