jueves, 29 de marzo de 2012

Breve análisis de los fines y objetivos de la educación en El salvador:

Dentro de la ley general de educación en El Salvador tenemos fines y objetivos que están plasmados en el papel, pero que al analizar brevemente la realidad educativa desde la realidad social y humana que estamos viviendo en estos tiempos, resulta preocupante corroborar que los ideales perseguidos por parte de las autoridades que diseñaron estos fines y objetivos, están por el momento lejos de volverse una realidad concreta.
Estos fines y objetivos plasmados en el papel son los siguientes:
CAPITULO II FINES DE LA EDUCACION NACIONAL
Art. 2.- La Educación Nacional deberá alcanzar los fines que al respecto señala la Constitución de la República:

a)      Lograr el desarrollo integral de la personalidad en su dimensión espiritual, moral y social.
b)      Contribuir a la construcción de una sociedad democrática más prospera, justa y humana.
c)       Inculcar el respeto a los derechos humanos y la observancia de los correspondientes deberes.
d)      Combatir todo espíritu de intolerancia y de odio.
e)      Conocer la realidad nacional e identificarse con los valores de la nacionalidad Salvadoreña.
f)        Propiciar la unidad del pueblo centroamericano.
  
CAPITULO III OBJETIVOS GENERALES DE LA EDUCACION NACIONAL
Art. 3.- La Educación Nacional tiene los objetivos generales siguientes:

a)       Desarrollar al máximo posible el potencial físico, intelectual y espiritual de los
Salvadoreños, evitando poner límites a quienes puedan alcanzar una mayor excelencia.
b)      Equilibrar los planes y programas de estudio sobre la base de la unidad de la ciencia, a fin
de lograr una imagen apropiada de la persona humana, en el contexto del desarrollo
económico social del país.
c)        Establecer las secuencias didácticas de tal manera que toda información cognoscitiva
promueva el desarrollo de las funciones mentales y cree hábitos positivos y sentimientos
deseables.
d)       Cultivar la imaginación creadora, los hábitos de pensar y planear, la persistencia en
alcanzar los logros, la determinación de prioridades y el desarrollo de la capacidad crítica.
e)      Sistematizar el dominio de los conocimientos, las habilidades, las destrezas, los hábitos y
las actitudes del educando, en función de la eficiencia para el trabajo, como base para
elevar la calidad de vida de los salvadoreños.
f)       Propiciar las relaciones individuales y sociales en equitativo equilibrio entre los derechos y
deberes humanos, cultivando las lealtades cívicas, es de la natural relación intrafamiliar
del ciudadano con la patria y de la persona humana con la cultura.
g)      Mejorar la relación de la persona y su ambiente, utilizando formas y modalidades
educativas que expliquen los procesos implícitos en esa relación, dentro de los cánones
de la racionalidad y la conciencia.
h)       Cultivar relaciones que desarrollen sentimientos de solidaridad, justicia, ayuda mutua,
libertad y paz, en el contexto del orden democrático que reconoce la persona humana
como el origen y el fin de la actividad del Estado.

Desde mi punto de vista los fines y objetivos de la educación nacional son un ideal y no una realidad, ya que no se están alcanzando en sus aspectos básicos y fundamentales del crecimiento de la persona humana (El crecimiento en valores morales y espirituales), que es la base fundamental de la familia y la sociedad. Aunque estos fines y objetivos estén plasmados (redactados) en la Ley General de Educación de una forma muy clara, la realidad social que vivimos demuestra que no se están obteniendo los frutos esperados en términos de tener una sociedad más justa, con valores morales y espirituales bien fundamentados que se reflejen en la forma de vida de las personas; tenemos deficiencias en el respeto de los derechos humanos y problemas sociales como los altos índices de criminalidad, violencia intrafamiliar, etc. Hace falta fomentar la práctica y el cumplimiento de los deberes del hombre para con DIOS y con la sociedad, hace falta mucho trabajo y esfuerzo en combatir la intolerancia y el odio (producto de la falta de valores), y finalmente se han perdido también los valores cívicos al grado tal que las nuevas generaciones (e incluso las antiguas) ya no respetan por ejemplo los símbolos patrios; tampoco se ven iniciativas concretas que fomenten la unión con otras naciones del istmo centroamericano.
Algo preocupante en todo esto es que a los aspectos morales y espirituales no se les está dando una aplicación concreta desde la actuación (comportamiento) de los educadores, quienes tenemos que  demostrar con nuestro ejemplo de vida a los educandos, la forma correcta de actuar y conducirnos en medio de este mundo cambiante y amenazado por el tremendo mal del consumismo, es decir, los educandos tenemos la obligación de formarnos en valores y cultivarlos, para transmitirlos adecuadamente (este rol también lo juegan los padres de familia), sobre todo en estos tiempos que estamos amenazados por corrientes como el relativismo, que está causando estragos en la forma de pensar y analizar de muchas personas. Todo esto no significa que existan educadores, personas e instituciones que sean la excepción.
Es un reto para los Salvadoreños y principalmente para los educadores y padres de familia hacer el esfuerzo por cambiar nuestro entorno desde la posibilidad que nos abre la educación, tanto en la formación integral propia, como en la transmisión de conocimientos fundamentados en principios y valores morales y espirituales a nuestros educandos, a nuestros hijos, a las nuevas generaciones. Tenemos el reto de hacer realidad los fines y objetivos de la educación nacional para que dejen de ser un ideal y pasen a ser una realidad, para alcanzar en sus aspectos básicos y fundamentales el crecimiento de la persona humana (crecimiento en valores morales y espirituales).

No hay comentarios:

Publicar un comentario