jueves, 29 de marzo de 2012

Educación: Su importancia para el desarrollo humano y social

La educación es un proceso humano y por ende social que busca el perfeccionamiento de la persona misma y la sociedad. Debe ser considerada como un proceso elemental en la vida del ser humano, pues profundiza en la interioridad de la persona buscando desarrollar sus potencialidades físicas, morales e intelectuales, desarrollando su inteligencia, el pensamiento, la memoria, el aprendizaje, la percepción,  la formación de hábitos, etc.

La educación acompaña la vida del ser humano desde su nacimiento y a lo largo de toda su existencia; es la sociedad misma a través de sus componentes sociales que la conforman la que contribuye en la educación del individuo, a través de la familia, de las escuelas y resto de instituciones educativas, así como de la comunidad misma.

La educación como fuerza impulsora del desarrollo y crecimiento humano y social, cumple un papel fundamental pues prepara, capacita y provee de las habilidades y competencias necesarias para que el individuo actúe conscientemente en el entorno social que se desenvuelve, de manera que pueda afrontar las circunstancias de la vida; la educación supera la simple instrucción que puede darse a una persona para que realice alguna actividad, va más allá hasta potenciar en la persona la búsqueda de su propia realización.

La educación juega un rol preponderante en el desarrollo humano y social pues provee el continuo mejoramiento de las capacidades intelectuales, potencia el fortalecimiento de la voluntad e incentiva las aspiraciones más trascendentales que el hombre y la mujer pueden tener, como son alcanzar la felicidad y acercarnos a un ser superior (DIOS).

Cabe hacernos entonces la pregunta de por qué vemos algunas situaciones en la sociedad que hacen parecer que no existe un proceso adecuado de educación, pues somos testigos de crisis social cuando vemos tanta violencia, criminalidad, desenfreno en las ansias de poder y de tener de algunas personas, violencia incluso al interior de la familia misma que es la base de la sociedad, etc.  Todo esto está ocurriendo por la pérdida del enfoque trascendental que la educación tiene, ya que se está viendo en muchos casos y desde muchos sectores de la sociedad, como un proceso meramente de instrucción, en el cual basta solamente con enseñar al individuo a hacer algo o proveerle de una capacidad para que pueda realizar una actividad sin considerar los otros aspectos formativos que a través de la educación se pueden alcanzar: desarrollo de la voluntad de la persona e inculcar aspiraciones de orden trascendental (búsqueda de la felicidad y de DIOS).      

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